En el particular universo del rock existen algunas normas no escritas que alimentan uno de los imaginarios más intensos de la música. Una de ellas: quien abre brecha se convierte en leyenda. Otra más: quien toca con brutal honestidad cosecha un público devoto que jamás le abandona. Guillotina es una de las pocas bandas mexicanas que es claro ejemplo de las dos.
Han pasado quince años desde la llegada de ‘Dispara’, el que fuera su último disco de estudio y casi 30 desde que ‘Guillotina’ sacudiera la escena mexicana. En esas tres décadas muchas cosas cambiaron en la música: la llegada de los festivales, la apertura de foros y medios al rock y, por supuesto, el surgimiento de las plataformas de streaming.

Quienes habían puesto punto final a su trayectoria antes de que las plataformas se consolidaran como el modelo de negocios definitivo de esta época fueron incorporando sus materiales poco a poco. En ocasiones, esos procesos fueron más largos de lo deseable… pero no hay fecha que no se cumpla, plazo que no venza ni deuda que no se salde. Así es que, ¡por fin!, ‘Guillotina’ ya está disponible en plataformas desde el pasado 27 de enero. La historia de aquel disco fundacional es más o menos así: en 1992, la banda Signos Vitales se diluyó. Tres de sus integrantes, Manuel Suárez, en la voz; Alejandro Charpenell, en la batería y Ramón “el Manco”, en el bajo, decidieron no solo seguir adelante como banda, sino imprimir a sus letras y sonido la dureza y sinceridad que toda una generación reclamaba. Poco después, el cuadro se completó con la entrada, en la guitarra, de Jorge Vilchis.